Hace apenas una semana que se repartieron los galardones más importantes del mundo del cine y resulta imposible dejar de hablar de lo acontecido en la ceremonia. Como cada año, han habido algunas voces en contra y otras a favor de los premiados. Pero lo más notable no ha sido quizá quién ha sido galardonado, sino la forma en la que se le ha galardonado. Con esto nos referimos al premio de "mejor película", que en un inicio unos Warren Beatty y Faye Dunaway bastante despistados anunciaron la victoria de la favoritísima "La La Land", pero que sin embargo fue un error y la auténtica ganadora era "Moonlight". A continuación comenzamos con el análisis de la gala.
Lo bueno
- Emma Stone: la joven actriz americana se alzó
con el premio de "mejor actriz principal" por su papel en "La La Land". No sólo fue bueno porque su actuación era merecedora del premio, sino porque tuvo el magnífico gesto de nombrar en su discurso a sus rivales/compañeras, y menuda categoría...
con el premio de "mejor actriz principal" por su papel en "La La Land". No sólo fue bueno porque su actuación era merecedora del premio, sino porque tuvo el magnífico gesto de nombrar en su discurso a sus rivales/compañeras, y menuda categoría...
Competía nada más y nada menos que Natalie Portman por "Jackie", Ruth Negga por "Loving", Meryl Streep por "Florence Foster Jenkins" (quizá la actuación más floja de las cinco) y la grandísima Isabelle Huppert (su mayor competidora).
- Jimmy Kimmel: el anfitrión de este año ha estado muy superior en cuanto a dinamismo que su antecesor Chris Rock. Gags graciosos como el momento en el que levantó a Sunny Pawar (el niño de "Lion") emulando la famosa escena de
"El rey león", sus tweets a Trump o sus chistes hacia Matt Damon lo alzan como uno de los presentadores más acertados y memorables de la última década.
- Diversidad racial: Este año no sólo se ha batido el récord de actores negros nominados (en el caso de la categoría de mejor actriz secundaria 3 de las 5 nominadas eran negras), sino que las dos categorías interpretativas han ido a parar a dos actores afroamericanos (Mahershala Ali por Moonlight", primer ganador musulmán negro, y Viola Davis por "Fences").
- Casey Affleck: en la categoría de "mejor actor principal", la estatuilla ha caído en manos del menor de los Affleck. Sí, es cierto que no es una persona extremadamente divertida ni extrovertida, pero su actuación es posiblemente una de las mejores de los últimos años. Merecidísimo premio.
- Premio para el colectivo LGTB: es cierto que quizá las maneras no fueron las mejores, pero que "Moonlight" se haya hecho con el premio a mejor película hace que sea la primera película con temática LGTB que ha conseguido alzarse con el mayor premio de la noche. Un hecho que lamentablemente ha sido pasado por alto por culpa de todo el revuelo mediático del error de Faye y Warren.
- Jimmy Kimmel: el anfitrión de este año ha estado muy superior en cuanto a dinamismo que su antecesor Chris Rock. Gags graciosos como el momento en el que levantó a Sunny Pawar (el niño de "Lion") emulando la famosa escena de
"El rey león", sus tweets a Trump o sus chistes hacia Matt Damon lo alzan como uno de los presentadores más acertados y memorables de la última década.
- Diversidad racial: Este año no sólo se ha batido el récord de actores negros nominados (en el caso de la categoría de mejor actriz secundaria 3 de las 5 nominadas eran negras), sino que las dos categorías interpretativas han ido a parar a dos actores afroamericanos (Mahershala Ali por Moonlight", primer ganador musulmán negro, y Viola Davis por "Fences").- Casey Affleck: en la categoría de "mejor actor principal", la estatuilla ha caído en manos del menor de los Affleck. Sí, es cierto que no es una persona extremadamente divertida ni extrovertida, pero su actuación es posiblemente una de las mejores de los últimos años. Merecidísimo premio.
Lo feo
- El error en mejor película: Un mazazo de los grandes para los productores de "La La Land", que se convierten en los primeros perdedores de la historia en dar un discurso y para devolver las estatuillas. Devastador.
- Viola Davis: a pesar de tener la mejor interpretación del año en Fences y ser posiblemente el premio más merecido de la noche, Viola no estuvo acertada con sus palabras. No sólo sobreactuó durante todo su discurso, sino que soltó una perla bastante ofensiva. Según ella, los actores son la única profesión que celebra lo que es vivir la vida. Ella mismita se encargó de llamar a todos los demás seres humanos infelices, incluyendo a la mayoría de Hollywood que no se dedica a la actuación. Muy mal Viola.
- Denzel Washington: la gran leyenda negra de Hollywood no pudo evitar expresar la furia en su rostro tras perder el Óscar contra Casey Affleck, a pesar de que el ganador tuvo el gesto de alabarle en su discurso. Su enfado se entendería si la Academia le debiera algo, pero ya tiene dos hombrecitos dorados en su casa. ¡Aprende a compartir Denzel!
Lo malo
- Sensación agridulce para La La Land y sus fans: a pesar de haber sido el fenómeno cinematográfico del año, La La Land perdió el premio gordo de la noche. Sí, es cierto que Damien Chazelle y Emma Stone ganaron en categorías importantes, pero el hecho de perder ante "Moonlight" dejó a muchos fans de la película con una sensación de tristeza.
- Poco hincapié político: Jimmy Kimmel y el mexicano Gael García Bernal fueron de los pocos que se atrevieron a pronunciarse en contra del polémico presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump, pero quizá los ganadores afroamericanos desaprovecharon la oportunidad para expresar un mensaje de aceptación y diversidad.
